¡SEDE HABEMUS!

¡SEDE HABEMUS!

En algunas ocasiones hemos mencionado que estuvimos a punto de comprar una iglesia desacralizada en un pueblo de Mallorca… “de cuyo nombre no queríamos acordarnos”… para montar la sede de la Fundación. Ya comentamos el tema en nuestro último artículo, https://fundacionpepbonetcapella.com/sedesocial/

No funcionó, más que nada porque la alcaldía, más que ayudar, puso pegas. Mucha legislación para “asustar nuestro proyecto” y, sin embargo, les parecía excelente que, al ser un proyecto social, una fundación, el pueblo tendría un servicio más… En la alcaldía del pueblo deolvidado nombre no tenían nada claro lo del “quid pro quo”. En fin, si fuéramos más mercantilistas, ahora hablaríamos de los gastos que nos generó la fallida idea, de dinero tirado.

En lugar de eso, recordaremos, con cariño, algunas de las cosas que llegamos a soñar.

​Como buena iglesia que había sido, tenía una sala diáfana de 100m2, quedaba perfecta para un doble uso, mesas movibles con los equipos de trabajo y reconvertible a sala de cursos y conferencias, ¡con la sólida tarima de lo que fue el altar!

​La puerta que se ve es la entrada de la calle, con un cerramiento y una segunda puerta cristalera, en el sotacoro, quedaba perfecta una recepción. Arriba, en el coro se instalaba el despacho de dirección, dominando el cotarro. El resto de la sala iba a ser La Fundación.

​Había más detalles proyectados, por ejemplo estanterías de madera hasta el techo, algunas con control de humedad para archivo seguro de material fotográfico antiguo, no digital, proyector de video, ventilador central de varios metros de diámetro, etc. Pero demos por cerrado el sueño y volvamos a la realidad.

​Miramos más locales, pero los precios, comparados con una iglesia declarada como “edificio de servicios”, eran desorbitados… ¡y no tenían tanto glamour! Total, que decidimos habilitar el lugar donde reside la Fundación desde sus inicios, es más pequeño, no podremos hacer actividades multitudinarias, no tenemos un rosetón que nos aporte “luces divinas”, nos abstendremos de montar recepción, vamos, que nos quedamos con algo menos de la mitad de espacio que en la iglesia, ¡PERO LA ILUSIÓN ES LA MISMA!

​Una vez decidido, empezamos por vaciar la zona a “fundacionar”, hubo que hacer una mínima obra, electricidad, pintura y amueblar. A decir verdad, nos ha salido muchísimo más económico lo actual que el proyecto iglesia. Para empezar, la iglesia era a comprar y, como se intuye en las fotos, había que sanear la construcción, revisar cubiertas, bastante albañilería, fontanería y electricidad, algunas vigas a cambiar, era la iglesia y la rectoría. Iba a ser un importante desembolso que nos aterraba.

​En el proyecto actual, con un poco de pintura, unos enchufes y algo de cable ha quedado todo resuelto… y los muebles había que comprarlos, tanto aquí como allí… es más, allí había más m2, más muebles.

​Y, ¡por fin!, ha llegado el día, todos los enchufes puestos, las paredes pintadas y decoradas, los accesorios de cafetería recibidos, un montón de cacharritos clasificados en cajas, las cámaras ubicadas, fundas protectoras para todo el instrumental, luces puestas, un monitor para apoyar conferencias con imágenes, sillas para todas las visitas, etc… ¿Qué más se puede pedir?

La mesa de comedor donde estaban las cámaras y un cuartito atestado con apenas 6 m2 para una mesa y un ordenador se han convertido en estas dos mesas (en realidad 3, que la BONET I tiene mesa propia) con toda la amplitud que se ve en la foto. No diré que “por fin se puede trabajar” porque ya trabajaba, pero ¡qué agradable! ir sobrado de espacio, tener todo instalado y operativo. Es cierto que cursos y conferencias “deberán caber” en este espacio, ¡nada que ver con la iglesia! El sentido común nos dice que nuestras reuniones sociales quedan relegadas a 8-10 personas y que, además, habrá que hacerlas sentados en las mesas de trabajo, en las mesas donde residirá el equipo. Es un inconveniente, pero es lo que tenemos… ¡Aun soñamos con la existencia de un mecenas que lo resuelva!

​El resto de esta habitación lo hemos convertido en “el rincón de pensar”, no para castigar a nadie, sino para intercambiar ideas delante de un café, cosa que siempre da buen resultado.

​No recuerdo en que ocasión comenté que mi formación es autodidacta, pero no de generación espontánea. Lo poco que sé ha salido de leer mucho y de escuchar atentamente a los que saben más que yo. En “el rincón de pensar”, además de frigo, microondas y cafetera para las flaquezas terrenales, he reunido la mayor parte de la bibliografía que me ha ayudado a formarme… Que los “pensadores” aclaren sus ideas mientras se relajan.

​En fin, hemos montado una sala de trabajo, físico y mental.

Y, parafraseando a Tolkien y sus anillos, dos espacios para producir documentos y un espacio para controlarlos a todos. Aparte hemos montado un despacho de dirección, con zona de reuniones para programar futuras campañas, donde montar nuestras tormentas de ideas para ambiciosos proyectos. El eterno niño que llevo dentro me hace soñar con que la Fundación llegue algún día a ser como el estudio de Sir David Attenborough, ¡mi héroe!

​Sueños aparte, El equipo de la Fundación está muy volcado en nuestros fines, gozamos haciendo lo que hacemos y somos felices de compartirlo. Nuestra máxima aspiración es que vosotros, lectores, seguidores o conocedores de nuestra Fundación os deis por aludidos y useis tanto nuestras instalaciones como nuestro saber, sea para aprovechar nuestro archivo, sea para crear material gráfico a medida de vuestros proyectos, sea para mejorar vuestra formación en el tema de imagen. Incluso, si no necesitais nada de eso para vosotros, dadle difusión, contádselo a vuestros amigos… uno nunca sabe lo mucho que puede ayudar saber “donde encontrar ayuda”, valga la redundancia.

​En realidad estos son los objetivos de “fundacionpepbonetcapella.com”, nuestros objetivos. Los podeis consultar en nuestra web o, también, ahora ya podéis visitarnos en nuestro domicilio, C/ Antich, 6-4º-A de Palma. O si es solo una consulta, llamarnos a los teléfonos que aparecen  en nuestra web. Siempre a vuestra disposición.

La fotografía clásica, usada en documentación científica y en comunicación.

La fotografía clásica, usada en documentación científica y en comunicación.

LA FOTOGRAFÍA CLÁSICA, USADA EN DOCUMENTACIÓN CIENTÍFICA Y EN COMUNICACIÓN.

Hay muchas cosas que ya las hemos dicho en otras ocasiones, hemos criticado (por simplista, no por inadecuado) el sistema de documentar gráficamente temas con “un puñado de habichuelas sobre una cartulina, iluminadas con un flexo y fotografiadas con el móvil”. Nos habéis leído citando a auténticos entendidos en arte (aprovechamos para saludar, entre otros, a @NikSamotracia o a @fernandoplazap) porque son los que nos enseñan a “VER”, cosa imprescindible para “hacer, que no tirar,” una foto. No es esta la primera vez que defendemos que cualquier foto que se publique “debería hablar”, sea científica o artística.

Para el entomólogo, “mientras está haciendo ciencia”, la foto debe mostrar los hamuli, por ejemplo. Hilera de micro ganchillos que unen las alas de los himenópteros, tal como describe @EntomoDaily en un interesante hilo de twitter. Pero siempre será más agradable que la foto tenga “volumen” por haber controlado la iluminación, que las sombras modelen esos micro ganchillos. Nosotros somos partidarios, siempre que se pueda, de dar el mismo tratamiento de cariño a las fotos de plantas y animales que a las fotos de personas.

En esta línea, cuando publicamos siempre insistimos en que somos fotógrafos, no científicos. Llevamos una vida aprendiendo técnicas de iluminación, de composición, de color, de revelado, etc. Conocemos trucos de óptica, de macro fotografía, etc. No es que seamos especiales ni mejores que nadie, somos bastante normales entre los fotógrafos, ¡somos fotógrafos!

Y observareis que “escribimos en plural”, es que la Fundación somos un equipo, de creativos, de fotógrafos y de gestores. Bartomeu y yo llevamos media vida haciendo fotos juntos y, como cosa normal, cada uno en su estilo. Bartomeu siempre fue más “de B/W”, siempre tuvo tendencias hacia la abstracción, más interesado en el mundo antropológico y en el retrato. Su lógica evolución le ha llevado, en nuestra actualidad tecnológica y digital, a las técnicas antiguas, al revelado manual, a la fotografía estenopéica, hace años entró en el mundo del “cafenol”, revelados con café instantáneo (entre ellos valoran hasta las marcas, más o menos contraste y definición), incluso flirtea con daguerrotipos. Por descontado que con cámaras raras, a veces sin objetivo, solo con un micro agujero de pocas centésimas de milímetro, o con aquellas cámaras de fuelles inmensos… Yo he sido más “biodesagradable”, menos antropológico,  y me he quedado en técnicas más simples, mi cámara digital, mis fuelles y mis objetivos. Y, eso si, me he ido especializando en macro fotografía, me encanta el detalle en especial de plantas.

Esto nos lleva a hacer cosas divertidas, como por ejemplo un proyecto que tenemos entre manos, documentar gráficamente la fenología de la vid. Hacemos visitas semanales a una viña y vamos tomando fotos de la evolución de las cepas, como ejemplo, una muestra de mi proceso y otra de las fotos de Bartomeu.

Es patente que, siendo el mismo proyecto, el enfoque es totalmente distinto entre uno y otro fotógrafo. Si se está presentando un análisis científico de la influencia de la temperatura en la floración de la Vitis vinifera, puede que la estenopéica no aporte nada especial. Pero si estamos creando un documento informativo, la mezcla de macro detalles con visiones en B/W humaniza el documento, le da más valor en lo que se refiere a entender los procesos de la viña y por descontado que nos da una visión más ajustada a la naturaleza.

Fotos Pep Bonet

Fotos Bartomeu Lliteras

Hemos citado el Proyecto Viñas porque es algo en lo que estamos trabajando ahora y tenemos las fotos más a mano, pero muestras de técnicas antiguas que puedan participar en trabajos de difusión científica Bartomeu tiene donde elegir. Por ejemplo esta visión de uno de los caminos “secretos” en la Albufera de Mallorca, clarísimamente candidato a documentar cualquier artículo sobre la zona.

O estas muestras de detalles de vegetación, perfectamente compatibles con temas científicos, pero con el añadido de un toque artístico. DOCUMENTAR Y COMPARTIR no queda relegado exclusivamente al microscopio electrónico, DOCUMENTAR es transformar la realidad en “un documento” que cualquiera pueda interpretar… y en esto Bartomeu Lliteras tiene tanto que decir como cualquier otro fotógrafo.

Estos artículos (que podeis seguir en el blog de la Fundación) tienen dos finalidades, compartir nuestros conocimientos con todo el mundo y dar a conocer lo que hacemos en nuestra Fundación. Lo más importante es que gentes que hacen magníficos trabajos de investigación y de difusión en el mundo de la ciencia los puedan enriquecer con una documentación gráfica de buena calidad, sea con nuestra colaboración, sea con nuestras ideas, pero siempre que sea “con fotos que hablan”… Para eso creamos la Fundación.