¡MONTAMOS NUESTRA SEDE SOCIAL!

¡MONTAMOS NUESTRA SEDE SOCIAL!

Hay momentos en los que tenemos la sensación de haber abandonado a nuestros seguidores, pero es que nuestra Fundación no es una excusa para relleno de redes sociales, las redes siempre están en segundo o tercer lugar. Ya hicimos el mismo comentario en marzo pasado, en otro artículo, https://fundacionpepbonetcapella.com/sexualidad-de-las-higueras-y-su-polinizacion/. Los trabajos propios de la Fundación a veces nos ganan y no queda tiempo para la socialización. De hecho no paramos de trabajar, por ejemplo, no hemos terminado con el tema de la sexualidad de las higueras, como se puede ver, y nos hemos puesto de obras.

A lo largo de estos años de andadura hemos buscado dónde instalar nuestra sede “pública”, donde “recibir” a colaboradores y amigos con algo de rimbombancia y, sobre todo, comodidad. La Fundación, nos hemos hartado de decirlo, está dedicada a la creación de imágenes de naturaleza, en formato macro y micro. En realidad, 40 años antes de “inventar” la Fundación, yo, a título personal, ya creaba imágenes, por puro placer, flores, frutos y semillas fueron el germen de nuestra actual organización.

La verdad es que, para mis fotos, las que hacía y las que sigo haciendo, como la de portada, me resulta más que suficiente una habitación de 2x3m… y salidas al campo. Con eso el trabajo de creación de la Fundación está asegurado, pero en tan poco espacio no caben visitas. El problema es que al crecer, al “fundarme”, al crear un equipo para compartir todos mis conocimientos y el trabajo de una vida, empieza a ser necesario disponer de instalaciones, poder reunir a varias personas alrededor de nuestras cámaras, poder sentarnos, un equipo, alrededor de una mesa y planificar reportajes o planificar apoyos a sesudas investigaciones. Incluso, por qué no, impartir cursos y conferencias, lo que se llama “crear escuela”. Vamos, que hace tiempo que necesitamos una sede pública.

Esta ha sido una de nuestras prioridades de estos últimos años, buscar sede. Tenemos un problema, que nuestra economía no es la de las grandes y famosas fundaciones, ni somos banqueros ni somos millonarios. Hace unos años, en el límite de nuestra economía, encontramos una iglesia desacralizada en un pueblo “de cuyo nombre no quiero acordarme”. Después de muchos números, de muchas previsiones, casi casi de llegar al cuento de la lechera, lo intentamos. Teníamos presupuestados todos los sacrificios que iban a ser necesarios, hasta las futuras privaciones estaban previstas… hasta que el Ayuntamiento del pueblo empezó a poner trabas, que si el local estaba acreditado “como servicios”, que si se debían cumplir toda una serie de requisitos, que si “tal cosa y tal otra” no eran legales, etc, etc. Simultáneamente, al ser “servicios”, que el Ayuntamiento se reservaba ciertos derechos y utilidades… Vamos, una especie de propuesta de “la Fundación paga y el pueblo tiene un servicio más”… Menos mal que no se incluia el derecho de pernada. ¡Nuestra pobre economía no está para regalos de este tipo!

Mientras la Fundación seguía creando imágenes le hemos seguido dando vueltas a la necesidad y hemos decidido adaptarnos “a lo que tenemos”. En el domicilio legal de la Fundación segregaremos una parte de la vivienda, algo más de 70m2, y los dedicaremos a local social.

 

Ya veis que ahora mismo estamos en obras, más motivos para no atender redes sociales, como se puede ver en la foto. El estudio de 6m2, donde se ha gestado una buena parte del archivo de la Fundación, “crecerá” hasta 36m2… ¡Ahora ya cabrán visitas! Es más, ya podremos impartir formaciones, crear encuentros de fotógrafos, mostrar trabajos comentados de auténticos especialistas, etc. La Fundación ya podrá “socializar”. Además, se abre un despacho de dirección y archivo, casi igual de grande, para las gestiones privadas, necesarias para nuestro funcionamiento. En previsión de la socialización habrá microondas, cafetera y frigorífico, “que las penas con pan son menos” y los servicios de higiene necesarios. Estamos creando un espacio de trabajo.

Ciertamente, el proyecto de la iglesia era más glamuroso, creaba una sede con carácter, un techo a 5m impone, dar conferencias en una tarima donde hubo un altar impone, montar el despacho de dirección en lo que fue el coro de una iglesia impone. Esta solución actual no deja de ser una oficina vulgar, pero, realmente, la iglesia se limitaba a doblar la superficie, que se quedaba en unos 150m2… ¡más bonitos! A efectos prácticos, lo único que nos limitará es que nuestros encuentros no deberán pasar de unas 15 personas mientras que en la iglesia se podían plantear actividades para más de 40… ¡limitaremos nuestra vida social… y no será tan “cuqui”!

En esas estamos. Por descontado que en cuanto lleguen todos los muebles, acabemos todas las obras y decoremos las nuevas instalaciones le daremos “el bombo y platillo” que se merece. Mientras “nos las arreglaremos como podamos”, que sabido es que vivir entre obras siempre molesta, cosa que sabe cualquier pareja.

No obstante, siempre seguiremos buscando una sede ideal; un lugar donde podamos dar todo el esplendor a nuestra Fundación social y acciones formativas y divulgativas, y que podamos asumir, quizá de un mecenas o colaborador que tenga una casa o espacio en desuso y desee contribuir a nuestros mismos objetivos y al bien social.

PRECISIONES SOBRE EL LIBRO “DIÁSPORAS, FRUTOS Y SEMILLAS DE LA FLORA BALEAR, DISPERSIÓN”

PRECISIONES SOBRE EL LIBRO “DIÁSPORAS, FRUTOS Y SEMILLAS DE LA FLORA BALEAR, DISPERSIÓN”

En 2022, J. L. Gradaille y un servidor, publicamos un libro sobre la dispersión de las plantas, en particular las de las Baleares. Fue una bonita forma de conjugar media vida de fotografías de frutos y semillas con una idea que le rondaba a J. L. Gradaille de dar difusión a los distintos tipos de dispersión que usan las plantas. Nos pareció que “DIÁSPORAS” definía perfectamente esa vida secreta de las plantas, esas cosas que hacen unos seres, teóricamente inmóviles, “paseándose” a lo largo y ancho de este mundo.

Es del parecer general que las plantas son “seres inferiores”, al menos inferiores a los animales, algo menos sosas que una piedra. Se puede jugar con una mascota, pero una planta es “sosa”, no da lametones… como mucho nos regala algunos aromas y algunos colores… ¡Eso cree mucha gente!

¡Nada más lejos de la realidad! Cierto que las plantas no poseen ni sistema nervioso ni músculos… ni cerebro conocido ¡En la Universidad de Florencia existe un “Laboratorio de neurobiología vegetal”! ¿Hemos de pensar que los florentinos han perdido la cabeza?.

Recomendamos leer el siguiente artículo de nuestro blog,  https://fundacionpepbonetcapella.com/comunion-con-la-naturaleza/, los olivos tienen la capacidad de detectar tormentas de agua, frio y nieve y son capaces de mover sus hojas a voluntad. Y, como cito en el artículo, leed a Francis Hallé o a Stefano Mancuso (El “neurobiólogo vegetal”) para dejar de menospreciar la “inteligencia” de las plantas.

Esta introducción viene a cuento de las técnicas de dispersión que tienen las plantas. Unas ponen flotadores a la semillas, para que se alejen nadando. Otras las dotan de vilanos para que floten en el aire y se las lleve el viento. Hay plantas de hacen crecer ganchos en las semillas para que se enganchen en el pelo de los animales que las rozan. Las hay que recubren la semilla de pulpa azucarada para que las coman y las defequen lejos. Etc. etc. Está claro que unos seres clavados al suelo por unas raíces han encontrado la manera de “urbanizar” nuevas tierras.

Hay dos técnicas de dispersión, una dispersar las semillas por “disparo o explosión del fruto” y otra dotar a la semilla de una bola de comida llamada eleosoma, compuesta de grasa, proteina y azúcares que gustan de sobremanera a las hormigas, que han puesto de manifiesto una imprecisión en “DIÁSPORAS”.

Las plantas pueden recurrir a UN tipo de dispersión o a VARIOS. A veces procuran sumar varios beneficios, por ejemplo conseguir expandir su territorio y, además, conseguir que alguien entierre las semillas para mejor germinar. Un truco muy común es usar a las hormigas, la llamada mirmecocoria. Se ofrece comida a las hormigas, típicamente en forma de eleosoma, y estas llevan las semillas a sus galerías, bajo tierra. Pero también es corriente que algunas plantas hagan explotar sus frutos para que las semillas salgan disparadas, lejos de la planta madre.

La autocoria en forma de disparo, pusimos en nuestro libro, la usan por ejemplo Euforbiáceas o Zigofiláceas,

ello incluye al Ricinus communis entre otros. En general, estas plantas, ellas mismas, son dispersoras de su material genético pero es común que estas semillas vayan dotadas de eleosomas que buscarán con fruición las hormigas. Entonces cómo debemos definirlas, ¿autocoria o zoocoria? En nuestro libro pusimos las Euforbias como autocoria y el Ricino como zoocoria. Ambas definiciones son ciertas y ambos taxones deberían haber coincidido en la misma dispersión, una u otra o las dos a la vez.

Este “examen de conciencia” se lo debemos a www.tonitofa.com, ¡gracias @tonitofa! Nos comentó, a un artículo sobre el Ricinus communis, que había un ricino cerca de su casa que le “bombardeaba” con semillas, incluso que oía los “disparos”… Rápidamente lo hemos investigado. El artículo es https://fundacionpepbonetcapella.com/ricinus-communis-entre-la-medicina-y-el-terror/

Gracias a este comentario hemos descubierto una imprecisión en el texto de nuestro libro que, en futuras reediciones, habrá que matizar. Solo somos fotógrafos, no biólogos, pero intentamos ser muy precisos con lo que comentamos.

Ya véis nuestras posibilidades, queríamos explicar esta imprecisión respecto al Ricinus communis y, sin ningún problema, hemos recogido unos frutos de esta planta y nos hemos montado unas fotos y un video para hacer más amable el artículo.

También es cierto, como publicamos hace unos días en el artículo https://fundacionpepbonetcapella.com/nada-es-lo-que-parece/, que esta simple “rectificación” ha representado una salida al campo a recoger unas ramas con fruto de Ricinus communis, unas horas de grabación de video hasta tener la “explosión”, 15 tomas fotográficas para tener una semilla bien enfocada con profundidad de campo y unas horas de edición y montaje. Esta es nuestra idea de hacer las cosas bien y la practicamos desde fundacionpepbonetcapella.com para “todos los públicos”. Siempre a vuestra disposición.

 

 

La ortiga mayor

La ortiga mayor

Actualmente somos una Fundación, somos un equipo de fotógrafos, comunicadores y administradores con la meta común de “DOCUMENTAR Y COMPARTIR”… Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo que “solo” era Pep, en solitario, y Pep hacía fotos de natura por el placer de hacerlas, como por ejemplo este detalle de una Urtica dioica.

En aquella época, la palabra “dioica”, parte del nombre de esta planta, no me decía nada, un nombre. Con los años y el contacto con científicos, por aquello de que “todo se pega menos la hermosura” he llegado a aprender que dioico significa: “que tiene las flores unisexuales en tallos y troncos separados”. Dicho de otra manera, hay ortigas masculinas y ortigas femeninas, unas solo producen polen y las otras solo semillas. Eso mismo pasa con muchas otras plantas, higueras, pistachos, aguacates, etc., etc.

Como que hace 30 o 40 años no sabía tanto, hice la foto que se muestra y me olvidé de las ortigas, es más, ¡las ortigas son “hierbajos” que pican! Dejó de parecerme importante.

Ahora, hace unas semanas, buscando otra cosa, me fijé en una ortiga que tenía un puntito amarillo, algo parecido a una flor diminuta.

Como que lo que buscaba no había aparecido, aproveché para documentar la U. dioica, en principio pensando en un detalle de la flor… y si, si que era una flor, masculina. En realidad lo que estaba viendo eran anteras, el recipiente del polen.

Entonces hice lo que hago siempre, ¡estudiar! Repasé el concepto de dioico y me documenté sobre las ortigas. Ya, sabiendo lo que quería, programé una serie de fotos para documentar el taxón, procuré sacar detalles de las púas, esas que tienen  ácido fórmico, resina, histamina y una sustancia proteínica, esas que nos taladran la piel con tanta facilidad y que pican tanto

Y, vista su masculinidad, pasé a buscar flores, frutos y semillas en un pie femenino. Frutos y semillas fueron fáciles de localizar, pero las flores femeninas son microscópicas, verdosas y casi transparentes, tuve que explorar el ápice de la ortiga con un cuentahilos durante un rato, y salió esto.

En realidad, el día de la ortiga lo que buscábamos era Arabidopsis thaliana, que no apareció. Pero, como no hay que dar puntada sin hilo, aprovechamos el desplazamiento a la montaña para documentar un taxón olvidado e incrementar el valor del archivo de la Fundación, lo que Pep lleva años haciendo y que la Fundación ha asumido.

Este artículo, además de entretenido para aficionados a la botánica, pretende mostrar lo que la Fundación puede hacer para investigadores y comunicadores, documentar con fotos de este estilo lo que quieran decir en sus “papers”. Pero, es más, ante el tema que se quiera publicitar, nosotros tenemos la capacidad y las instalaciones para programar “imágenes a medida”.

Porque nos pareció “ver una flor” hicimos un pequeño reportaje de documentación, “a medida”, que se puede fisgonear en:

https://drive.google.com/drive/folders/1LjkyiSMUCO6zQwOGupy924dN5jZkk98U.

Está claro que admitimos proposiciones, ver si no, en la portada de nuestra web cómo solicitar fotos o colaboración, “sin ánimo de lucro”, en vuestros trabajos.

Nummulites en Palma de Mallorca

Nummulites en Palma de Mallorca

En nuestro quehacer diario, nos solicitaron documentar una pequeña colección de Nummulites. Al oír la palabra me vino a la memoria una historia de mi adolescencia.

En la clase de Física y Química, un grupito de “teenagers” inconformistas, intentamos “pillar” al profe (un Sr. de un inmenso bagaje cultural y técnico y excelente profesor) y preguntamos ni me acuerdo qué, impertinentemente, con malas intenciones. La respuesta, “Esto entra en el vasto campo de mis desconocimientos”, nos dejó sin palabras… ¡Muy pipiolos para tan excelente profesor!

En mi caso, la palabra “Nummulites” se hundía en el insondable océano de los míos, de mis desconocimientos. Menos mal que ahora disponemos de San Google, los Dioses nos lo conserven, y me pude documentar.

Directamente de la Wikipedia, https://es.wikipedia.org/wiki/Nummulites, me enteré que se trataba de esqueletos de animales de más de 40 millones de años, muy abundantes en los mares del Paleoceno y el Eoceno, y que suelen aparecer incrustados en rocas calizas del Eoceno, en el Mediterráneo, evolución del mar de Tetis. Luego, ya que estaba, seguí aprendiendo. Al igual que hemos hecho en la Fundación, invito a los curiosos que no estén versados en el tema a documentarse, que para esto están las redes.

Documentándonos, nos enteramos que las columnas del Claustro de San Francisco, en Palma de Mallorca, las que aparecen como foto de portada, se habían tallado de rocas nummulíticas, al igual que sucede con columnas del Claustro de Pedralbes en Barcelona.

Como se aprecia en las fotos, durante algunos millones de años fueron unos organismos muy abundantes, que iban muriendo y dejando sus esqueletos enterrados en el fango. Fango que, con el tiempo, solidificaría en rocas aptas para fabricar columnas.

Anverso y reverso de un Nummulite, algo pulido para que se pueda apreciar que se trataba de una especie de “caracola” (nada que ver con los caracoles) que actuaba a modo de esqueleto de un organismo unicelular. Se intuye que, además de la espiral, el tubo estaba dividido en cavidades. Leyendo, hemos descubierto que, junto con el “bicho”, convivían algas que ayudaban a apotar alimentos.

En estos otros nummulites, también anverso y reverso, quizás se aprecia mejor el tubo en espiral y su reparto en cámaras.

En las columnas ya se aprecia una cierta cantidad de ellos, pero en el material a documentar había un par de piedras espectaculares. Auténticos cementerios de nummulites, desde pocos milímetros hasta un par de centímetros.

Y, por último, un corte de una roca con incrustaciones de Nummulites, pulida.

A decir verdad, la aventura de la Fundación es tremendamente divertida. Cierto que, en los estándares actuales de pragmatismo mercantilista, saber de la existencia de los “Nummulites” pocos beneficios nos aporta, pero estar observando unas columnas y poder saber que las adornan unos organismos que vivieron hace millones de años, y saberlos identificar, a nosotros nos alegra el alma. Supongo que es eso de “la aventura del saber”.

Ya lo hemos comentado más veces, la finalidad de la Fundación es DOCUMENTAR Y COMPARTIR, nosotros solo presumimos de saber hacer fotos, los científicos y los comunicadores sois vosotros. Así como hemos documentado esta pequeña colección de Nummulites, tenemos la capacidad de fotografiar cosas entre uno (1) y ochenta (80) milímetros con un buen nivel de calidad que, con vuestras explicaciones, pueden colaborar a difundir la cultura científica. Estamos abiertos a vuestras peticiones y, si no nos necesitáis, no dudéis en contárselo a otros que, quizás, si que puedan aprovechar nuestros conocimientos y nuestras técnicas.

Recordatorio Sobre nuestro banco de imágenes

Recordatorio Sobre nuestro banco de imágenes

En esta ocasión os queremos facilitar, mediante este recordatorio, el acceso al banco de imágenes que escaneamos, digitalizamos y ampliamos constantemente y del cual hay una muestra permanente a vuestra disposición:

Aquí podréis ver las muestras del archivo disponible hasta la fecha: https://drive.google.com/drive/folders/17D_kZrel7UIHsoV2J5t_C4IKU1EMdr01?usp=sharing

La meta de nuestra Fundación es documentar gráficamente trabajos, tanto de investigación como de difusión, colaborando con nuestras macrofotografías a que estos trabajos sean más precisos y más comprensibles para un público no científico.

En esta línea documental, aparte de nuestro banco de imágenes, ofrecemos a nuestros posibles usuarios crear, conjuntamente con ellos, imágenes que se adapten a sus trabajos.

Asimismo, también os recordamos que la filosofía de nuestra Fundación es de DOCUMENTAR Y COMPARTIR, por ello, os invitamos a que participéis y cooperéis si tenéis documentación gráfica de natura que queráis ceder para que estudiantes y científicos del mundo puedan hacer debido uso de ella. Queremos llegar a ser una cooperativa productiva y útil para la sociedad, y trabajamos día a día para poder convertirnos en el punto de encuentro en el que compartir naturaleza, conocimientos y fotografía, entre otras muchas cosas.

Para cualquier colaboración, no dudéis en contactar con la Fundación.