PRECISIONES SOBRE EL LIBRO “DIÁSPORAS, FRUTOS Y SEMILLAS DE LA FLORA BALEAR, DISPERSIÓN”

PRECISIONES SOBRE EL LIBRO “DIÁSPORAS, FRUTOS Y SEMILLAS DE LA FLORA BALEAR, DISPERSIÓN”

En 2022, J. L. Gradaille y un servidor, publicamos un libro sobre la dispersión de las plantas, en particular las de las Baleares. Fue una bonita forma de conjugar media vida de fotografías de frutos y semillas con una idea que le rondaba a J. L. Gradaille de dar difusión a los distintos tipos de dispersión que usan las plantas. Nos pareció que “DIÁSPORAS” definía perfectamente esa vida secreta de las plantas, esas cosas que hacen unos seres, teóricamente inmóviles, “paseándose” a lo largo y ancho de este mundo.

Es del parecer general que las plantas son “seres inferiores”, al menos inferiores a los animales, algo menos sosas que una piedra. Se puede jugar con una mascota, pero una planta es “sosa”, no da lametones… como mucho nos regala algunos aromas y algunos colores… ¡Eso cree mucha gente!

¡Nada más lejos de la realidad! Cierto que las plantas no poseen ni sistema nervioso ni músculos… ni cerebro conocido ¡En la Universidad de Florencia existe un “Laboratorio de neurobiología vegetal”! ¿Hemos de pensar que los florentinos han perdido la cabeza?.

Recomendamos leer el siguiente artículo de nuestro blog,  http://xhl.dd1.mytemp.website/comunion-con-la-naturaleza/, los olivos tienen la capacidad de detectar tormentas de agua, frio y nieve y son capaces de mover sus hojas a voluntad. Y, como cito en el artículo, leed a Francis Hallé o a Stefano Mancuso (El “neurobiólogo vegetal”) para dejar de menospreciar la “inteligencia” de las plantas.

Esta introducción viene a cuento de las técnicas de dispersión que tienen las plantas. Unas ponen flotadores a la semillas, para que se alejen nadando. Otras las dotan de vilanos para que floten en el aire y se las lleve el viento. Hay plantas de hacen crecer ganchos en las semillas para que se enganchen en el pelo de los animales que las rozan. Las hay que recubren la semilla de pulpa azucarada para que las coman y las defequen lejos. Etc. etc. Está claro que unos seres clavados al suelo por unas raíces han encontrado la manera de “urbanizar” nuevas tierras.

Hay dos técnicas de dispersión, una dispersar las semillas por “disparo o explosión del fruto” y otra dotar a la semilla de una bola de comida llamada eleosoma, compuesta de grasa, proteina y azúcares que gustan de sobremanera a las hormigas, que han puesto de manifiesto una imprecisión en “DIÁSPORAS”.

Las plantas pueden recurrir a UN tipo de dispersión o a VARIOS. A veces procuran sumar varios beneficios, por ejemplo conseguir expandir su territorio y, además, conseguir que alguien entierre las semillas para mejor germinar. Un truco muy común es usar a las hormigas, la llamada mirmecocoria. Se ofrece comida a las hormigas, típicamente en forma de eleosoma, y estas llevan las semillas a sus galerías, bajo tierra. Pero también es corriente que algunas plantas hagan explotar sus frutos para que las semillas salgan disparadas, lejos de la planta madre.

La autocoria en forma de disparo, pusimos en nuestro libro, la usan por ejemplo Euforbiáceas o Zigofiláceas,

ello incluye al Ricinus communis entre otros. En general, estas plantas, ellas mismas, son dispersoras de su material genético pero es común que estas semillas vayan dotadas de eleosomas que buscarán con fruición las hormigas. Entonces cómo debemos definirlas, ¿autocoria o zoocoria? En nuestro libro pusimos las Euforbias como autocoria y el Ricino como zoocoria. Ambas definiciones son ciertas y ambos taxones deberían haber coincidido en la misma dispersión, una u otra o las dos a la vez.

Este “examen de conciencia” se lo debemos a www.tonitofa.com, ¡gracias @tonitofa! Nos comentó, a un artículo sobre el Ricinus communis, que había un ricino cerca de su casa que le “bombardeaba” con semillas, incluso que oía los “disparos”… Rápidamente lo hemos investigado. El artículo es http://xhl.dd1.mytemp.website/ricinus-communis-entre-la-medicina-y-el-terror/

Gracias a este comentario hemos descubierto una imprecisión en el texto de nuestro libro que, en futuras reediciones, habrá que matizar. Solo somos fotógrafos, no biólogos, pero intentamos ser muy precisos con lo que comentamos.

Ya véis nuestras posibilidades, queríamos explicar esta imprecisión respecto al Ricinus communis y, sin ningún problema, hemos recogido unos frutos de esta planta y nos hemos montado unas fotos y un video para hacer más amable el artículo.

También es cierto, como publicamos hace unos días en el artículo http://xhl.dd1.mytemp.website/nada-es-lo-que-parece/, que esta simple “rectificación” ha representado una salida al campo a recoger unas ramas con fruto de Ricinus communis, unas horas de grabación de video hasta tener la “explosión”, 15 tomas fotográficas para tener una semilla bien enfocada con profundidad de campo y unas horas de edición y montaje. Esta es nuestra idea de hacer las cosas bien y la practicamos desde fundacionpepbonetcapella.com para “todos los públicos”. Siempre a vuestra disposición.

 

 

REDISEÑO DE NUESTRO BANCO DIGITALIZADO, BONET IV.2

REDISEÑO DE NUESTRO BANCO DIGITALIZADO, BONET IV.2

Si algo nos caracteriza es que reconocemos nuestros errores. Va en nuestra forma de ser, creemos que el conocimiento se debe compartir y, si algo hacemos mal, creemos que es importante evitar que otros repitan el mismo fallo… Toda una vida de profe imprime carácter.

Como podéis ver en ambas fotos, mismo equipo, mismo material, misma técnica, pero con un montaje más sencillo en la antigua versión. En su momento nos pareció que unificar soporte de muestras y rail motorizado sobre una tabla de dos centímetros de grueso podía funcionar, ¡grave error! Este equipo trabaja con dos objetivos de microscopio, un 20X, campo de 2200 micras a 3,75 px/micra, y un 50X, campo de 880 micras a 9,4 px/micra. Nuestra confianza en un tablero fue excesiva, tanto al intentar enfocar como al realizar las tomas las vibraciones eran un desastre. Así y todo, algunos trabajos hemos hecho en el rango de la microscopía

Todas estas fotos que os voy mostrando, se tuvieron que hacer “enfocando sin respirar” (jajaja). Las vibraciones del equipo, trabajando a nivel de micras, eran un incordio.

Incluso otro problema, que ya viví hace años en un observatorio astronómico de aficionado. Tanto la microscopía como la telescopía aumentan la agudeza visual. Los humanos podemos distinguir cosas que abarquen un minuto de arco, por ejemplo llegar a separar motas de polvo de 0,2mm. Con mi microscopio montado sobre madera puedo separar cosas de 5 micras, 40 veces más agudeza que a ojo desnudo. Pero el mero hecho de caminar convierte la imagen en “una coctelera”… Igual que pasaba con el telescopio puesto en el piso.

Por descontado que hemos tomado buena nota. Porque no llegamos a más, por ahora, la Fundación reside y trabaja en un piso, pero el día que lleguemos a establecer una sede “más permanente” deberá ser en una planta baja. Ni siquiera será aceptable que, al menos en la zona de estudio fotográfico, exista el más leve indicio de sótano o suelo elevado (para aislamiento de humedades) ¡Parece mentira lo pequeña que es una micra y lo mucho que vibra un suelo en voladizo!

Por seguir mostrando trabajos, un detalle de los palpos de una garrapata, con el espolón con sus ganchos, esos “anzuelos” que hacen que si se arranca la garrapata de malos modos el espolón pueda quedar clavado y se infecte.

Hay más fotos, solo se trataba de mostrar que, a pesar de la incomodidad, hemos ido trabajando unos meses. Encuadrábamos y enfocábamos con mucha paciencia. Cuando todo estaba a punto poníamos la secuencia en marcha y abandonábamos la habitación hasta que se terminaran todas las tomas… La suerte es que todo el proceso, avances y disparos, lo controla un PC, por lo que, en el peor de los casos, podíamos cargarnos una o dos fotos de varios cientos.

La verdad es que las muestras hablan por si mismas, incómodas de trabajar, pero con buena calidad.

Con el nuevo montaje, con la sustitución del soporte de madera por una base en estructura de aluminio de 4cm de espesor, tal como se ve en la foto de portada, las vibraciones han desaparecido y, ahora, el trabajo es más cómodo.

En fin, nuestra Fundación es esto, COLABORACIÓN, Lo mismo podemos colaborar compartiendo nuestro trabajo archivado, que podemos participar documentando “a medida”. Pero es que también enseñamos lo que hacemos y, como colofón, si metemos la pata lo pregonamos a los cuatro vientos, para evitar que el error se repita… ni nosotros ni el resto del mundo, si ello es posible. ¡Siempre a vuestra disposición!