El primer revés serio de la Fundación

El primer revés serio de la Fundación

Desde que empezamos nuestra aventura de la Fundación, fieles a los principios que anunciamos por activa y por pasiva, hemos publicado bastantes cosas, pero, excepto anunciar la constitución ante notario, siempre han sido publicaciones técnicas. Como si temiéramos no tener tiempo de compartirlo todo. Hemos publicado artículos de nuestras cámaras auto construidas, hemos publicado sobre las técnicas de iluminación que usamos, hay artículos sobre los artilugios que usamos para inmovilizar plantas, en fin, hemos intentado descubrir nuestros “secretos”, que, precisamente, no queremos que lo sean, para que todo el mundo pueda hacer mejores macro fotografías.

En ningún momento habíamos tenido la tentación de mirarnos el ombligo, hablando de nosotros mismos. Ni siquiera nos había parecido necesario, ni siquiera interesante, contar la historia de la constitución de la Fundación.

Tras el desgraciado acontecimiento del fallecimiento de uno de nuestros patrones si que haremos un alto y hablaremos, aunque sea brevemente, de que nuestra Fundación, como casi todas, está siendo el resultado de un equipo humano que juntó toda su ilusión en este proyecto solidario.

Aunque la Fundación partió de una idea individual, mía, una vez “ideada” no me creí capaz de llevarla a cabo, al menos solo. Y fue cuando recurrí a mi entorno, a personas con las que tenía amistad y confianza y que, juntas, si que me parecía que “nos podíamos atrever”. Hablé con cinco personas, de confianza, dos de ellas decidieron no participar (debo decir que porque ya tenían tantos proyectos propios que no se veían con ánimos de afrontar uno más, la proposición les superaba)

En principio quedamos, evidentemente yo por ser “el culpable”. Mi hija Marta, que hay que reconocerle que tiene infinitas aptitudes sociales, muchísimas más que yo, y que iba a manejar las relaciones sociales de la Fundación. Juan Ferre, amigo de toda la vida, que durante toda su vida trabajó en gestión empresarial, que dominaba el mundo de las finanzas, y que se iba a resposabilizar del patrimonio de la Fundación. Y, finalmente, José Luís Gradaille, con toda la experiencia de haber dado vida a la antigua Fundación Jardí Botànic de Sóller, que cedió a nuestra Fundación toda su experiencia para ponerla en marcha.

Si actualmente, amigo lector, ves que la Fundación Pep Bonet Capellá existe y hace cosas, esas cosas que puntualmente vamos contando y compartiendo en redes y otras actividades que hacemos en privado, y que no difundimos por ser colaboraciones en proyectos que no son nuestros, es gracias a este magnífico equipo de cuatro personas que desinteresadamente y con ilusión siempre hemos pensado que el proyecto valía la pena.

Desgraciadamente, el 12 de noviembre pasado, Juan Ferre , colaborador, patrono de la Fundación, pero, sobre todo, amigo desde mi juventud, nos dejó. La vida es así, impredecible y, a veces amarga. Juan nos deja la organización que el gestionó y nos deja todas las ideas que aportó. Las guardaremos como ajuar de la Fundación, toda vez que han sido los primeros pasos de la misma. Descansa en paz, Juan, amigo.

Como que las desgracias nunca vienen solas, casi coincidiendo con el óbito de Juan Ferre, José Luís Gradaille ha tenido que dejar la Fundación por motivos personales. Desde este foro te agradecemos, José Luís, todas tus actuaciones en pro de la Fundación.

Y ahora, los dos patrones que hemos quedado, mi hija y yo, siempre a la velocidad de la Administración, que es bastante lenta, estamos rehaciendo nuestro organigrama.

Como que la Fundación “ya está fundada”, valga la redundancia, y José Luís nos aportó su experiencia en el momento más adecuado, hemos elegido, y él ha aceptado, a Bartomeu Lliteras, fotógrafo y también amigo de siempre, para ocupar la silla de José Luís, pero haciendo otros trabajos. En este momento las legalidades ya quedan en manos de gestores y Bartomeu Lliteras tiene un muy buen bagaje para colaborar en cuestiones de fotografía, que, al fin y al cabo son el alma mater de la Fundación.

Y Juan Ferre, no será sustituido porque las personas no se sustituyen, pero Esther López, amiga y nuestra nueva patrona, que también ha aceptado, con un perfil parecido al de Juan, se hará cargo se continuar su labor… y de aportar al proyecto todo su buen hacer y todas sus ideas. ¡Volvemos a tener el organigrama completo!

Ahora solo falta seguir las pautas de la Administración, a saber cuánto durarán, e inscribir oficialmente a estos dos nuevos colaboradores (que, de facto, ya consideramos patronos de la Fundación)

Como ves, amigo lector, Hablar de fundaciones no solo es hacer unas buenas fotos, o conseguir una 500 fotos de árboles en apenas un año, para uno de esos proyectos en los que colaboramos. Existe toda una infraestructura administrativa, existen una gran cantidad de problemas “domésticos”, que evidentemente no viene al caso hablar de ellos, que son los que resuelve el equipo humano de la Fundación. Por eso seguimos nuestra andadura, por eso seguimos publicando nuevo material, por eso seguimos entrando en nuevos proyectos… y es verdad que debido a eso, vivimos estresados… pero sarna con gusto no pica. Seguimos a vuestra disposición.

Entomología

Entomología

Decimos en Mallorca, traducido literalmente, “cada uno vive con el arte que aprende”, pudiendo traducir “arte” por “habilidad” u “oficio”. Nosotros aprendimos a hacer fotos.

Desde la Fundación seguimos, en redes sociales, a gentes que saben mucho más que nosotros, botánicos, entomólogos, astrónomos, matemáticos, ornitólogos, etc. A veces nos cuesta entenderlos, pero, gracias a ellos, nuestras fotos pueden mezclar detalles científicos con la estética y pasar a ser una elegante documentación.

Por ejemplo, últimamente nos ha dado por incorporar insectos a nuestro archivo. Nos paseamos con nuestro cazamariposas y luego “exprimimos” al pobre insecto para justificar su caza. En este caso ha sido un $Bombus terrestris. Aprovecho para recordar que somos fotógrafos, no científicos, y, a pesar de lo que nos esmeramos, avisamos siempre que “nuestras identificaciones” no son seguras, lo hacemos con este símbolo “$” para no engañar a nadie. Si no hay símbolo “$”, significa que alguien preparado ha verificado nuestra identificación.

Este es el resultado de nuestras cámaras de banco y de tomar las fotos con un sensor de formato medio de 50 Mpx. Esta foto del abejorro se tomó a x1,5 sobre el sensor y, por comodidad del lector, hemos anotado el campo abarcado. Y, como la calidad sobra, no hay ningún inconveniente en recortar la punta de la pata y ver una de sus garras, cuatro veces más grande.

La ventaja de trabajar con buen equipo es que permite “hacer milagros”. Véase si no al abejorro mirando a la cámara. Esta vez hemos tomado un x4 y, tan ampliado, el “bicho” estaba bien rebozado en polen y motas de polvo, diríase que un tanto abandonado. En el recorte del ojo, en este caso un x16, se ven perfectamente las motas, que, aparentemente, no le molestan tanto como a los humanos.

Siguiendo la demostración de nuestros equipos, hemos cambiado de cámara y hemos tomado un x10 del ojo. Seguramente al científico le pueda interesar algún otro ángulo. Entonces está claro que, teniendo un archivo de 50 Mpx, no hay inconveniente en hacer un recorte de x40, donde se aprecian perfectamente las motas de polvo y polen que recubren al insecto.

No es la primera vez que lo comentamos, no es lo mismo el multiplicador en macrofotografía que en microscopía. Cuando nosotros decimos que una imagen está ampliada a x10, nos referimos que la imagen sobre el sensor es 10 veces mas larga que el objeto real.

En nuestro caso, siempre, nuestro “POR” se refiere al aumento sobre el sensor de la cámara. Actualmente usamos un sensor de 44 x 33 mm, por lo que, por ejemplo, un x10 significa que nuestro sensor está registrando un campo de 4,4 x 3,3 mm. Por descontado que si hacemos una ampliación en papel o en una pantalla de nuestro x10, habrá que multiplicarla por la ampliación realizada. Dicho de otra manera, x10 es nuestro archivo, cuando lo miramos en una tablet o en un monitor o en la página de un libro vemos una imagen más grande que x10… y si hemos hecho un recorte, más.

En microscopía se sigue otro criterio, los “POR” de los microscopios se refieren al ángulo con que VEMOS la imagen, respecto a mirarla a ojo desnudo. Nada que ver con medidas reales, más bien es la medida de una sensación. Para hacernos una idea aproximada (solo aproximada) los “POR” de los microscopios son como unas 10 veces los del macro, o sea, x10 es, mas o menos, un x100, para la gente que trabaja en microscopía.

Entonces, ya que estábamos, hemos sacado unos detalles de las garras a un x20 (en microscopía, alrededor de x200)

Y, teniendo de partida 8256 x 6192 px, nos podemos permitir el lujazo de hacer recortes como los de la foto de 0,55 x 0,41 mm. donde el pelo rojizo que se ve detrás de las uñas de la garra es de unas 12 a 15 micras de grueso o la uña pequeña mide unos 0,25 mm de largo (unas 250 micras)

Casi desde el principio de nuestra afición, siempre nos ha obsesionado marcar las medidas de lo fotografiado. Desde el punto de vista artístico no tiene ninguna utilidad, pero siempre hemos asumido que nuestra foto puede ser útil al investigador y, en investigación, los detalles son importantes. Como lo es tener la geolocalización del sujeto, o sobre que planta se ha cazado un insecto…

Como dice nuestro lema, “Documentar y Compartir”, compartir nuestras fotos y toda la información de los sujetos que salen en ellas… o hacerlas a medida de la información que se quiera estudiar o difundir.

Nummulites en Palma de Mallorca

Nummulites en Palma de Mallorca

En nuestro quehacer diario, nos solicitaron documentar una pequeña colección de Nummulites. Al oír la palabra me vino a la memoria una historia de mi adolescencia.

En la clase de Física y Química, un grupito de “teenagers” inconformistas, intentamos “pillar” al profe (un Sr. de un inmenso bagaje cultural y técnico y excelente profesor) y preguntamos ni me acuerdo qué, impertinentemente, con malas intenciones. La respuesta, “Esto entra en el vasto campo de mis desconocimientos”, nos dejó sin palabras… ¡Muy pipiolos para tan excelente profesor!

En mi caso, la palabra “Nummulites” se hundía en el insondable océano de los míos, de mis desconocimientos. Menos mal que ahora disponemos de San Google, los Dioses nos lo conserven, y me pude documentar.

Directamente de la Wikipedia, https://es.wikipedia.org/wiki/Nummulites, me enteré que se trataba de esqueletos de animales de más de 40 millones de años, muy abundantes en los mares del Paleoceno y el Eoceno, y que suelen aparecer incrustados en rocas calizas del Eoceno, en el Mediterráneo, evolución del mar de Tetis. Luego, ya que estaba, seguí aprendiendo. Al igual que hemos hecho en la Fundación, invito a los curiosos que no estén versados en el tema a documentarse, que para esto están las redes.

Documentándonos, nos enteramos que las columnas del Claustro de San Francisco, en Palma de Mallorca, las que aparecen como foto de portada, se habían tallado de rocas nummulíticas, al igual que sucede con columnas del Claustro de Pedralbes en Barcelona.

Como se aprecia en las fotos, durante algunos millones de años fueron unos organismos muy abundantes, que iban muriendo y dejando sus esqueletos enterrados en el fango. Fango que, con el tiempo, solidificaría en rocas aptas para fabricar columnas.

Anverso y reverso de un Nummulite, algo pulido para que se pueda apreciar que se trataba de una especie de “caracola” (nada que ver con los caracoles) que actuaba a modo de esqueleto de un organismo unicelular. Se intuye que, además de la espiral, el tubo estaba dividido en cavidades. Leyendo, hemos descubierto que, junto con el “bicho”, convivían algas que ayudaban a apotar alimentos.

En estos otros nummulites, también anverso y reverso, quizás se aprecia mejor el tubo en espiral y su reparto en cámaras.

En las columnas ya se aprecia una cierta cantidad de ellos, pero en el material a documentar había un par de piedras espectaculares. Auténticos cementerios de nummulites, desde pocos milímetros hasta un par de centímetros.

Y, por último, un corte de una roca con incrustaciones de Nummulites, pulida.

A decir verdad, la aventura de la Fundación es tremendamente divertida. Cierto que, en los estándares actuales de pragmatismo mercantilista, saber de la existencia de los “Nummulites” pocos beneficios nos aporta, pero estar observando unas columnas y poder saber que las adornan unos organismos que vivieron hace millones de años, y saberlos identificar, a nosotros nos alegra el alma. Supongo que es eso de “la aventura del saber”.

Ya lo hemos comentado más veces, la finalidad de la Fundación es DOCUMENTAR Y COMPARTIR, nosotros solo presumimos de saber hacer fotos, los científicos y los comunicadores sois vosotros. Así como hemos documentado esta pequeña colección de Nummulites, tenemos la capacidad de fotografiar cosas entre uno (1) y ochenta (80) milímetros con un buen nivel de calidad que, con vuestras explicaciones, pueden colaborar a difundir la cultura científica. Estamos abiertos a vuestras peticiones y, si no nos necesitáis, no dudéis en contárselo a otros que, quizás, si que puedan aprovechar nuestros conocimientos y nuestras técnicas.

Recordatorio Sobre nuestro banco de imágenes

Recordatorio Sobre nuestro banco de imágenes

En esta ocasión os queremos facilitar, mediante este recordatorio, el acceso al banco de imágenes que escaneamos, digitalizamos y ampliamos constantemente y del cual hay una muestra permanente a vuestra disposición:

Aquí podréis ver las muestras del archivo disponible hasta la fecha: https://drive.google.com/drive/folders/17D_kZrel7UIHsoV2J5t_C4IKU1EMdr01?usp=sharing

La meta de nuestra Fundación es documentar gráficamente trabajos, tanto de investigación como de difusión, colaborando con nuestras macrofotografías a que estos trabajos sean más precisos y más comprensibles para un público no científico.

En esta línea documental, aparte de nuestro banco de imágenes, ofrecemos a nuestros posibles usuarios crear, conjuntamente con ellos, imágenes que se adapten a sus trabajos.

Asimismo, también os recordamos que la filosofía de nuestra Fundación es de DOCUMENTAR Y COMPARTIR, por ello, os invitamos a que participéis y cooperéis si tenéis documentación gráfica de natura que queráis ceder para que estudiantes y científicos del mundo puedan hacer debido uso de ella. Queremos llegar a ser una cooperativa productiva y útil para la sociedad, y trabajamos día a día para poder convertirnos en el punto de encuentro en el que compartir naturaleza, conocimientos y fotografía, entre otras muchas cosas.

Para cualquier colaboración, no dudéis en contactar con la Fundación.

Justifiquemos nuestra historia

Justifiquemos nuestra historia

En general nuestros artículos, en el blog de la fundación, siempre están dedicados a temas de aplicación práctica y real de nuestro trabajo. Hoy, de repente y por algunas asociaciones de ideas que no vienen al caso, he recordado un trabajo inédito y un escrito de allá el 2006 (ya ha llovido) y me ha parecido MUY PERTINENTE darle publicidad.

El escrito nada tiene que ver con los fines de la Fundación, de hecho, en la época que se sitúa ni sabía que existieran las fundaciones. Pero ayuda a entender algunas cosas, ¿por qué en la Fundación tenemos las ideas que tenemos?, ¿qué es lo que define nuestro estilo de fotografía? Incluso justifica el por qué tenemos la norma de hacer foto científica, respetando todas las normas artísticas que podemos.

Es más, sabemos que fotógrafos jóvenes, en formación, nos siguen. Quizá puedan aprender algo sobre nuestras experiencias o del camino que nos ha traído a nosotros hasta nuestro presente. En su momento empezó como un divertimento sobre “Los Vicios”, al final acabó como “Cuestiones de Salud Pública”.