SALIMOS DE CAMPAÑA, UNA SEMANA EN EL MONTSENY

SALIMOS DE CAMPAÑA, UNA SEMANA EN EL MONTSENY

Esta foto es del archivo de la Fundación, estamos especializados en macro, pero cuando fotografías una flor milimétrica en un bosque así de precioso, sería del género tonto no llevarte una foto del entorno… Y, como la foto es nuestra, la hemos usado para decorar el despacho de dirección de la Fundación, 3,6×1,2 metros de foto y así nos ha quedado…

En fin, toda la semana que viene, concretamente del 28 al 6 del siguiente, haremos una de nuestras salidas fotográficas. No son estrictamente vacaciones, vamos a trabajar, pero ¡hay vacaciones que no resultan tan divertidas! Eso si, la Fundación, nuestra nueva sede, quedará desatendida unos días.

Hace unos años que ensayamos un sistema que nos está dando un gran rendimiento, nos movemos en furgoneta, de camping en camping. Nos guía nuestra gran colaboradora, Pilar Busquets, magnífica compañera de aventuras. Acampamos y sacamos “los vehículos autónomos”, y eso nos permite movernos distancias considerables por caminos de montaña, explorando grandes espacios, con la cámara a cuestas.

Ahora estamos seleccionando el equipo, llevaremos gran angular, un tele corto para detalles no accesibles y nuestra BONET II, nuestra cámara de campo que permite desde X0,25 hasta X2. Una gama macro que, para hacer “in situ”, es más que correcta y, además, cómoda.

Por descontado que ¡siempre!, una colección de filtros degradados para equilibrar los paisajes. Las diferencias de luz entre cielo y tierra, en un bosque, pueden llegar a 5 y 6 diafragmas y estropear el mejor encuadre. Y ¡siempre! trípode. ¡Somos antiguos! Intentamos tomar nuestras fotos como si no existiera el “potocho”, equilibramos luces y colores en la composición, en la toma. Luego, con una foto totalmente correcta, si hacemos algún mínimo retoque no estamos “salvando” nada, más bien “mejoramos”… El problema (y el trabajazo) de ser “unos clásicos”.

Otra cosa, en una semana podemos movernos más de 200km, recorreremos caminos vecinales, carreteras locales, etc. y, para ello usamos dos tipos de mochila, ambas enganchables a los transportines del trike, tal cual alforjas. La negra de la foto, una mochila Lowepro, específica de fotógrafo y muy buena, llevamos años con ella y como nueva… pero no es impermeable. La roja no es específica, es una alforja normal de Ortlieb, pero es totalmente impermeable y, además, tiene el detallazo de ser reversible: por una cara correas ajustables, tipo mochila, y por la otra los típicos enganches de portabultos de bici. En este viaje llevaré la impermeable, que estamos en otoño y mi equipo fotográfico vale un riñón.

Además, esta vez vamos a rizar el rizo, vamos dos miembros de la Fundación, Tomeu se dedica a técnicas antiguas, ambrotipos, colodión, bromoil, etc. En este viaje, Tomeu solo se quiere traer una cámara estenopeica (un cajón de madera con un agujero de aguja) y hacer fotos de natura “sin óptica”. Es más, “aun” usa película, pero es que además, hace revelados raros. Revela con café instantáneo, hace revelados “desatendidos” de 2 y de 3 horas, altera todas las respuestas de la película, consiguiendo que la película se adapte a sus deseos… ¡y “hace” unos fotones de lujo!

Porque supongo que sabéis la diferencia entre “tirar fotos”, tener que “tirar” media docena por ver si alguna sale bien o si se “tiran” todas a la papelera. Luego está “tomar fotos”, yo mayormente no hago otra cosa, buscar el encuadre que interesa y “tomar” la foto… Y está Tomeu, juega con el encuadre, dosifica la luz, rellena lo que le parece, revela la película alterando sus características y, además, retoca el resultado… ¡foto de fabricación artesanal!

 

¡Ah! Y Tomeu quiere estrenar un planteamiento nuevo, como que sus fotos estenopeicas son de larga exposición, segundos, hasta minutos, ha pensado “hacer las fotos con sonido”, acompañar a la imagen con los sonidos del bosque mientras dura la exposición.

Lo dicho, nos vamos 9 días de campaña al Montseny, a documentar el otoño catalán, Pilar, Tomeu y yo. No tengo ni idea de qué saldrá, pero, como veis, pueden salir cosas guapas. Con gente como nosotros siempre hay sorpresas.

Si esto te ha parecido interesante, compártelo. Y si te parece que nuestro trabajo puede ser útil en lo tuyo, contacta con nosotros, https://fundacionpepbonetcapella.com/

Somos, precisamente, una Fundación dedicada a la colaboración gráfica, sea con nuestro archivo, que puedes ojear en la web, sea con nuestras nuevas instalaciones, donde podemos crear fotos de objetos entre 80 y 1 milímetro al tamaño de llenar paredes.

¡SEDE HABEMUS!

¡SEDE HABEMUS!

En algunas ocasiones hemos mencionado que estuvimos a punto de comprar una iglesia desacralizada en un pueblo de Mallorca… “de cuyo nombre no queríamos acordarnos”… para montar la sede de la Fundación. Ya comentamos el tema en nuestro último artículo, https://fundacionpepbonetcapella.com/sedesocial/

No funcionó, más que nada porque la alcaldía, más que ayudar, puso pegas. Mucha legislación para “asustar nuestro proyecto” y, sin embargo, les parecía excelente que, al ser un proyecto social, una fundación, el pueblo tendría un servicio más… En la alcaldía del pueblo deolvidado nombre no tenían nada claro lo del “quid pro quo”. En fin, si fuéramos más mercantilistas, ahora hablaríamos de los gastos que nos generó la fallida idea, de dinero tirado.

En lugar de eso, recordaremos, con cariño, algunas de las cosas que llegamos a soñar.

​Como buena iglesia que había sido, tenía una sala diáfana de 100m2, quedaba perfecta para un doble uso, mesas movibles con los equipos de trabajo y reconvertible a sala de cursos y conferencias, ¡con la sólida tarima de lo que fue el altar!

​La puerta que se ve es la entrada de la calle, con un cerramiento y una segunda puerta cristalera, en el sotacoro, quedaba perfecta una recepción. Arriba, en el coro se instalaba el despacho de dirección, dominando el cotarro. El resto de la sala iba a ser La Fundación.

​Había más detalles proyectados, por ejemplo estanterías de madera hasta el techo, algunas con control de humedad para archivo seguro de material fotográfico antiguo, no digital, proyector de video, ventilador central de varios metros de diámetro, etc. Pero demos por cerrado el sueño y volvamos a la realidad.

​Miramos más locales, pero los precios, comparados con una iglesia declarada como “edificio de servicios”, eran desorbitados… ¡y no tenían tanto glamour! Total, que decidimos habilitar el lugar donde reside la Fundación desde sus inicios, es más pequeño, no podremos hacer actividades multitudinarias, no tenemos un rosetón que nos aporte “luces divinas”, nos abstendremos de montar recepción, vamos, que nos quedamos con algo menos de la mitad de espacio que en la iglesia, ¡PERO LA ILUSIÓN ES LA MISMA!

​Una vez decidido, empezamos por vaciar la zona a “fundacionar”, hubo que hacer una mínima obra, electricidad, pintura y amueblar. A decir verdad, nos ha salido muchísimo más económico lo actual que el proyecto iglesia. Para empezar, la iglesia era a comprar y, como se intuye en las fotos, había que sanear la construcción, revisar cubiertas, bastante albañilería, fontanería y electricidad, algunas vigas a cambiar, era la iglesia y la rectoría. Iba a ser un importante desembolso que nos aterraba.

​En el proyecto actual, con un poco de pintura, unos enchufes y algo de cable ha quedado todo resuelto… y los muebles había que comprarlos, tanto aquí como allí… es más, allí había más m2, más muebles.

​Y, ¡por fin!, ha llegado el día, todos los enchufes puestos, las paredes pintadas y decoradas, los accesorios de cafetería recibidos, un montón de cacharritos clasificados en cajas, las cámaras ubicadas, fundas protectoras para todo el instrumental, luces puestas, un monitor para apoyar conferencias con imágenes, sillas para todas las visitas, etc… ¿Qué más se puede pedir?

La mesa de comedor donde estaban las cámaras y un cuartito atestado con apenas 6 m2 para una mesa y un ordenador se han convertido en estas dos mesas (en realidad 3, que la BONET I tiene mesa propia) con toda la amplitud que se ve en la foto. No diré que “por fin se puede trabajar” porque ya trabajaba, pero ¡qué agradable! ir sobrado de espacio, tener todo instalado y operativo. Es cierto que cursos y conferencias “deberán caber” en este espacio, ¡nada que ver con la iglesia! El sentido común nos dice que nuestras reuniones sociales quedan relegadas a 8-10 personas y que, además, habrá que hacerlas sentados en las mesas de trabajo, en las mesas donde residirá el equipo. Es un inconveniente, pero es lo que tenemos… ¡Aun soñamos con la existencia de un mecenas que lo resuelva!

​El resto de esta habitación lo hemos convertido en “el rincón de pensar”, no para castigar a nadie, sino para intercambiar ideas delante de un café, cosa que siempre da buen resultado.

​No recuerdo en que ocasión comenté que mi formación es autodidacta, pero no de generación espontánea. Lo poco que sé ha salido de leer mucho y de escuchar atentamente a los que saben más que yo. En “el rincón de pensar”, además de frigo, microondas y cafetera para las flaquezas terrenales, he reunido la mayor parte de la bibliografía que me ha ayudado a formarme… Que los “pensadores” aclaren sus ideas mientras se relajan.

​En fin, hemos montado una sala de trabajo, físico y mental.

Y, parafraseando a Tolkien y sus anillos, dos espacios para producir documentos y un espacio para controlarlos a todos. Aparte hemos montado un despacho de dirección, con zona de reuniones para programar futuras campañas, donde montar nuestras tormentas de ideas para ambiciosos proyectos. El eterno niño que llevo dentro me hace soñar con que la Fundación llegue algún día a ser como el estudio de Sir David Attenborough, ¡mi héroe!

​Sueños aparte, El equipo de la Fundación está muy volcado en nuestros fines, gozamos haciendo lo que hacemos y somos felices de compartirlo. Nuestra máxima aspiración es que vosotros, lectores, seguidores o conocedores de nuestra Fundación os deis por aludidos y useis tanto nuestras instalaciones como nuestro saber, sea para aprovechar nuestro archivo, sea para crear material gráfico a medida de vuestros proyectos, sea para mejorar vuestra formación en el tema de imagen. Incluso, si no necesitais nada de eso para vosotros, dadle difusión, contádselo a vuestros amigos… uno nunca sabe lo mucho que puede ayudar saber “donde encontrar ayuda”, valga la redundancia.

​En realidad estos son los objetivos de “fundacionpepbonetcapella.com”, nuestros objetivos. Los podeis consultar en nuestra web o, también, ahora ya podéis visitarnos en nuestro domicilio, C/ Antich, 6-4º-A de Palma. O si es solo una consulta, llamarnos a los teléfonos que aparecen  en nuestra web. Siempre a vuestra disposición.

¡MONTAMOS NUESTRA SEDE SOCIAL!

¡MONTAMOS NUESTRA SEDE SOCIAL!

Hay momentos en los que tenemos la sensación de haber abandonado a nuestros seguidores, pero es que nuestra Fundación no es una excusa para relleno de redes sociales, las redes siempre están en segundo o tercer lugar. Ya hicimos el mismo comentario en marzo pasado, en otro artículo, http://xhl.dd1.mytemp.website/sexualidad-de-las-higueras-y-su-polinizacion/. Los trabajos propios de la Fundación a veces nos ganan y no queda tiempo para la socialización. De hecho no paramos de trabajar, por ejemplo, no hemos terminado con el tema de la sexualidad de las higueras, como se puede ver, y nos hemos puesto de obras.

A lo largo de estos años de andadura hemos buscado dónde instalar nuestra sede “pública”, donde “recibir” a colaboradores y amigos con algo de rimbombancia y, sobre todo, comodidad. La Fundación, nos hemos hartado de decirlo, está dedicada a la creación de imágenes de naturaleza, en formato macro y micro. En realidad, 40 años antes de “inventar” la Fundación, yo, a título personal, ya creaba imágenes, por puro placer, flores, frutos y semillas fueron el germen de nuestra actual organización.

La verdad es que, para mis fotos, las que hacía y las que sigo haciendo, como la de portada, me resulta más que suficiente una habitación de 2x3m… y salidas al campo. Con eso el trabajo de creación de la Fundación está asegurado, pero en tan poco espacio no caben visitas. El problema es que al crecer, al “fundarme”, al crear un equipo para compartir todos mis conocimientos y el trabajo de una vida, empieza a ser necesario disponer de instalaciones, poder reunir a varias personas alrededor de nuestras cámaras, poder sentarnos, un equipo, alrededor de una mesa y planificar reportajes o planificar apoyos a sesudas investigaciones. Incluso, por qué no, impartir cursos y conferencias, lo que se llama “crear escuela”. Vamos, que hace tiempo que necesitamos una sede pública.

Esta ha sido una de nuestras prioridades de estos últimos años, buscar sede. Tenemos un problema, que nuestra economía no es la de las grandes y famosas fundaciones, ni somos banqueros ni somos millonarios. Hace unos años, en el límite de nuestra economía, encontramos una iglesia desacralizada en un pueblo “de cuyo nombre no quiero acordarme”. Después de muchos números, de muchas previsiones, casi casi de llegar al cuento de la lechera, lo intentamos. Teníamos presupuestados todos los sacrificios que iban a ser necesarios, hasta las futuras privaciones estaban previstas… hasta que el Ayuntamiento del pueblo empezó a poner trabas, que si el local estaba acreditado “como servicios”, que si se debían cumplir toda una serie de requisitos, que si “tal cosa y tal otra” no eran legales, etc, etc. Simultáneamente, al ser “servicios”, que el Ayuntamiento se reservaba ciertos derechos y utilidades… Vamos, una especie de propuesta de “la Fundación paga y el pueblo tiene un servicio más”… Menos mal que no se incluia el derecho de pernada. ¡Nuestra pobre economía no está para regalos de este tipo!

Mientras la Fundación seguía creando imágenes le hemos seguido dando vueltas a la necesidad y hemos decidido adaptarnos “a lo que tenemos”. En el domicilio legal de la Fundación segregaremos una parte de la vivienda, algo más de 70m2, y los dedicaremos a local social.

 

Ya veis que ahora mismo estamos en obras, más motivos para no atender redes sociales, como se puede ver en la foto. El estudio de 6m2, donde se ha gestado una buena parte del archivo de la Fundación, “crecerá” hasta 36m2… ¡Ahora ya cabrán visitas! Es más, ya podremos impartir formaciones, crear encuentros de fotógrafos, mostrar trabajos comentados de auténticos especialistas, etc. La Fundación ya podrá “socializar”. Además, se abre un despacho de dirección y archivo, casi igual de grande, para las gestiones privadas, necesarias para nuestro funcionamiento. En previsión de la socialización habrá microondas, cafetera y frigorífico, “que las penas con pan son menos” y los servicios de higiene necesarios. Estamos creando un espacio de trabajo.

Ciertamente, el proyecto de la iglesia era más glamuroso, creaba una sede con carácter, un techo a 5m impone, dar conferencias en una tarima donde hubo un altar impone, montar el despacho de dirección en lo que fue el coro de una iglesia impone. Esta solución actual no deja de ser una oficina vulgar, pero, realmente, la iglesia se limitaba a doblar la superficie, que se quedaba en unos 150m2… ¡más bonitos! A efectos prácticos, lo único que nos limitará es que nuestros encuentros no deberán pasar de unas 15 personas mientras que en la iglesia se podían plantear actividades para más de 40… ¡limitaremos nuestra vida social… y no será tan “cuqui”!

En esas estamos. Por descontado que en cuanto lleguen todos los muebles, acabemos todas las obras y decoremos las nuevas instalaciones le daremos “el bombo y platillo” que se merece. Mientras “nos las arreglaremos como podamos”, que sabido es que vivir entre obras siempre molesta, cosa que sabe cualquier pareja.

No obstante, siempre seguiremos buscando una sede ideal; un lugar donde podamos dar todo el esplendor a nuestra Fundación social y acciones formativas y divulgativas, y que podamos asumir, quizá de un mecenas o colaborador que tenga una casa o espacio en desuso y desee contribuir a nuestros mismos objetivos y al bien social.

NOS VAMOS DE EXPOSICIÓN

NOS VAMOS DE EXPOSICIÓN

Ya os contamos que nos hemos adherido a un proyecto de difusión de la fotografía, la “Ruta Fotográfica por Mallorca”. Se trata de un proyecto altruista que fomenta la difusión de fotógrafos y su obra y, entre sus normas, está que no se pueden exponer mas de cuatro fotos por fotógrafo. Nos parece una excelente idea para socializar el mundo de la fotografía.

En ese entorno, cuando nos invitaron a participar, tuvimos que elegir con que “estilo” participar. Es de dominio público que la Fundación está especializada en el mundo macro. Si bien trabajamos todos los temas de naturaleza, presumimos de “controlar” sujetos de tamaños entre los 100x100mm y 0,1×0,1mm, lo que se llama macro y macro extremo.

Nos pareció que la Ruta Fotográfica era algo más genérico que el macro extremo, los fotógrafos que participan son más “sociales”. Más de setenta fotógrafos representan más de setenta temas pero hay un denominador común, los fotógrafos de la ruta retratan la sociedad. Nosotros, la Fundación, ya estamos demasiado especializados en la foto documental.

Entonces se nos ocurrió que era fácil, la Fundación no nació por generación espontánea, nació de toda una vida de experiencia fotográfica, era tan fácil como mostrar fotos de “antes de la especialización”.

Esta foto, que la eligieron para el cartel de la exposición, y las otras tres que vendrán a continuación pertenecen a la época que fotografiábamos flores, en los inicios del mundo de las semillas. En todo caso, aun no representaban ninguna intención científica, lo más importante para mi, en aquellos tiempos, era la estética… aun no había ninguna idea de Fundación, aun era un friki de la fotografía de natura (que lo sigo siendo, pero ahora ya “somos” una Fundación, así, en plural, con otras metas)

Estas fotos y los textos que las acompañan se seleccionaron y prepararon para una publicación local que, al final y por causas ajenas a nosotros, se abortó. El detalle es que la Fundación, concretamente Pep Bonet Capellá, proviene de “ocho apellidos baleares”, cuatro ibicencos y cuatro mallorquines y, siendo todo local, autor y publicación, los textos se prepararon en catalán. Se podrían haber traducido los pies de foto, pero para nosotros, para la historia de la Fundación, cuando se escribieron los originales, en los textos se vertió una cantidad de sentimientos que salieron de nuestras raíces (en realidad, en aquel momento, “de mis raíces”, aun no se había “fundado” nada) por tanto presento los originales y, con mucho gusto, acompaño traducciones (que la Fundación, por decisión propia, tiene como lengua vehicular el castellano, aunque yo sea mallorquín)

SCABIOSA CRÉTICA

Cual la bella y la bestia, podeis creer que esta hermosa y delicada

“escabiosa” curaba los enfermos de sarna, dicen.

 ¿Qué puede hacer, si no, esta florecita, toda poesía, que no sea curar enfermedades y dar consuelo?

NIGELA DAMASCENA

“Araña”, en castellano la llaman “arañuela”, ella y sus primas no son de fiar.

Algunas pueden crear venenos que encenderían nuestros fuegos interiores.

CISTUS ALBIDUS

Como en un encuentro dominical, esta “estepa” ha convocado hojas, frutos y semillas.

Se lo pasarán bien, ensaimadas y chocolate para las menudas semillas y vino para los adultos.

DIGITALIS MINOR

¡Mira que es presumida la “dedalera”!

Será que como tiene que ver con el control del corazón de las personas, se le han subido los humos.

Quizá deberíamos decirle que la sencillez es una virtud.

Bueno, el cartel de la exposición, que abre este artículo, titula la exposición como “Fotos con Historia”. Nos lo cogimos al pie de la letra, para nuestra participación en el proyecto hemos elegido un trocito de nuestra historia. Nos ha parecido que, más que “colgar” cuatro fotos, debíamos presentar tanto a expositores como visitantes este trocito de nuestra historia, descartar la generación espontánea de la Fundación, mostrar que “tenemos un pasado”.

CIANOTIPIAS, LAS PRIMERAS IMÁGENES CIENTÍFICAS PUBLICADAS EN UN LIBRO.

CIANOTIPIAS, LAS PRIMERAS IMÁGENES CIENTÍFICAS PUBLICADAS EN UN LIBRO.

La cianotipia es un proceso de impresión descubierto por el químico y astrónomo inglés, Sir Jonh Herschel. El proceso consiste en preparar dos disoluciones, una de ferricianuro de potasio, rojo, al 8% y otra de citrato de amonio y hierro(III), verde, al 20%. Se mezclan partes iguales de ambas disoluciones y se aplican a una superficie, normalmente papel de acuarela que se pueda lavar con agua corriente sin que el papel se disuelva (va bastante bien con papeles de grano fino de unos 300g/m2). Se aplica la mezcla con una brocha, preferentemente sin elementos metálicos que la mezcla es corrosiva para el metal, y se deja secar casi a oscuras.

Sobre las hojas de papel impregnadas y secas, en un ambiente de poca luz, se colocan, bien objetos, bien plantas, bien fotolitos, cualquier forma que nos interese reproducir y se prensa todo con un cristal, para que no se mueva (si son objetos sólidos ni siquiera es necesario el cristal) y se expone unos 10 minutos directamente al sol. Durante este tiempo veremos que la emulsión va adquiriendo un tono cada vez más grisáceo, sobre los 10/15 minutos retiramos la hoja impregnada y la lavamos con cierta intensidad. Incluso podemos frotarla con las yemas de los dedos hasta que quede límpia una imagen negativa de los objetos reproducidos.

El proceso en si es bastante sencillo. Incluso en la actualidad ya no reviste aquel espíritu de alquimia del siglo XIX porque empresas de venta por correo nos pueden mandar a casa, por un módico precio, los dos productos químicos hasta pesados y a punto de disolver. Pero si que tiene un resultado espectacular, las copias (como se ve en la foto de presentación) quedan en un azul eléctrico. De hecho aquellos productos químicos, por la acción de los ultravioletas del sol convierten el hierro (III), rojo, en hierro (II), azul, lo que nuestras madres empleaban en la colada, “azulete”, y este azul se convierte en nuestra imagen (en negativo)

Si queremos una foto positiva, como los olivos de la portada, cogemos nuestra foto, con un programa de tratamiento de imagen la invertimos, la convertimos en negativo, luego la fotocopiamos sobre un acetato de fotocopiadora y ya podemos realizar nuestra cianotipia… de la foto que queramos. Según lo más o menos fino de los detalles del original será la foto acabada. Si nos limitamos a colocar como objeto cualquier cosa opaca la foto será solo la silueta del objeto.

Pues bien, el proceso es simple, pero con una mente creativa se puede convertir en puro arte. Esto es lo que hizo la botánica Anna Atkins, experta en algas. Allá 1842, el año que Herschel descubrió el procedimiento, los libros de botánica que consultaba Anna Atkins solo tenían texto, Niépce había conseguido fijar una imagen, la primera fotografía, a finales de 1830 y, por descontado que a nadie se le había ocurrido, aun, usarla para ilustrar libros.

El primer “invento” de Anna Atkins fue sacar cianotipos de las algas que estaba estudiando en un libro del especialista William Henry Harvey y “reescribirse” para ella el mismo libro, pero ilustrado. Si bien Niépce, Talbot, Daguerre, Herschel y otros son los inventores de las primeras técnicas fotográficas, se considera a Anna Atkins la primera “fotógrafa”. No inventó los sistemas, pero pasó a usarlos para difusión de la botánica.

Esta presentación viene a cuento de que, para nuestra Fundación, una de nuestras finalidades es la difusión de técnicas y sistemas de documentación científica y, al menos para nuestras ideas, rendir homenaje a la “primera documentadora científica” es para nosotros obligado.

Cierto que la cianotipia ya no es el mejor método de documentar, las técnicas de imagen han evolucionado muchísimo en estos casi 200 años, pero en nuestra parte de difusión, no siempre estamos tratando con departamentos científicos de jardines botánicos. También hacemos difusión para el gran público y, a veces, hay que buscar el lado lúdico para motivar el espíritu innovador.

En esta línea lúdica de difusión tanto de la fotografía como de nuestro quehacer, hemos realizado unas colaboraciones con Proyecto Hombre de Palma. Se trataba de dar unas charlas a los usuarios para descanso de las actividades normales del día… y nos pareció muy adecuado un pequeño taller de cianotipia, por lo que tenía de novedad, por la parte creativa y porque es una actividad participativa.

El proceso fue simple, puesto que era una actividad de corta duración, lo que se llama un “kit-kat”. Una pequeña charla para presentar el proceso y un rato de actividad en el jardín de la institución. Y, trabajando en grupos, se generaron estas cuatro cianotipias, que se presentan con un título elegido por el grupo.

Es curioso que en las cianotipias ya lavadas, lo que llamaríamos arte final, da la sensación de haber algunos toques de color verde y amarillo. En realidad es que algo de la mezcla sensible se ha infiltrado en la fibra del papel y el lavado no ha sido perfecto. Y no es “suciedad azul” porque la mezcla infiltrada no ha recibido luz ultravioleta, en relidad se trata de la mezcla original de Citrato y Ferricianuro. Evidentemente, por muy tecnológicos que seamos ahora, algo de la magia de la alquimia sigue quedando.

Ha sido una agradable actividad que, no solo ha relajado a los usuarios del Proyecto Hombre. También nos ha servido a nosotros para descansar de nuestras tediosas sesiones de microfotografía, de inacabables apilados, de horas y horas delante de una pantalla revisando y retocando archivos fotográficos, a veces de mas de un GB… y que estas actividades lúdicas nos motivan para decantarnos por la foto creativa, artística, antes que por la foto técnica pura y dura.

Y, ¿por qué no?, Si Ana Atkins fue pionera en la documentación fotográfica en botánica, ¿qué nos impide, de vez en cuando, añadir un guiño a la historia y añadir una cianotipia a cualquier trabajo actual? En todo caso, nuestra divisa “DOCUMENTAR Y COMPARTIR” es inamovible pero nos encanta jugar… Será que “no somos serios”, jajaja.

VIDA SOCIAL DE LA FUNDACIÓN PEP BONET CAPELLÁ

VIDA SOCIAL DE LA FUNDACIÓN PEP BONET CAPELLÁ

En nuestro quehacer diario, no todo son sesudas sesiones de microfotografía, con extensos apilados (últimamente, con los nuevos objetivos 20X y 50X, apilados de más de 300 fotografías) con retoques manuales que convierten a algunas de nuestras fotografías en obras únicas.

También realizamos actividades de tipo social, damos conferencias del tipo “proyección con charla amena para pasar unas horas entretenidas”, realizamos algunos talleres de técnicas fotográficas antiguas y, por descontado, que impartimos talleres de nuestro nivel de trabajo, a modo de expansión de nuestros conocimientos y como formación para futuros seguidores . En fin, que la actividad de la Fundación consiste en colaborar con lo que “sabemos hacer” y difundir, tanto nuestros conocimientos, como nuestras pasiones… ¿Recordais aquello de “DOCUMENTAR Y COMPARTIR”? La divisa de la Fundación.

En esta línea, acabamos de adherirnos a un proyecto de difusión del mundo de la fotografía que lleva ya varios años de andadura, la “Ruta Fotográfica de Mallorca”. Se trata de un proyecto que va reuniendo fotógrafos que aporten una muestra de su obra y la “Ruta” se encarga de organizar exposiciones colectivas.

Y, como la Ruta va creciendo, se van buscando lugares que puedan acoger “muchas fotos”. Para esta última muestra se eligió nada más y nada menos que el hangar de la base de hidroaviones de Pollensa. Una excelente colaboración del estamento militar con la sociedad civil.

A decir verdad, resulta genial poder exponer 300 fotos, en un formato grande, y poderlas mostrar con espacio suficiente para que los visitantes “no se pisen”.

Como siempre, estas cosas dependen de alguien totalmente “engrescado” en la historia, alguien que vierta toda su pasión en una idea. Podemos decir que “la culpable” es ella, Martina.

Por nuestra parte, hemos elegido participar con fotos, para nosotros históricas, fotos de antes de tener la ocurrencia de la Fundación.

Estas salpas también son una foto de la Fundación.

La Fundación no es más que la síntesis de nuestra vida en el mundo de la imagen. En nuestros archivos “profundos”, no digitalizados, hay fotografía de paisaje, astronómica, submarina, botánica, tenemos edición de posters publicitarios y, por descontado que hicimos foto en blanco y negro. De hecho, durante años, antes de que se inventara el mundo digital, toda nuestra afición transcurrió en un laboratorio químico, B/N, y DIAPO, trabajando tanto película como papel. Por eso, en la Ruta Fotográfica, participaremos con un material diferente a lo que se puede consultar en nuestra web. Un material que, si alguien manifestara interés (aunque solo sea histórico) también está a disposición, pero que no nos ha parecido primordial dedicarle el tiempo y esfuerzos que dedicamos a otros temas.

En un próximo artículo os mostraremos las fotos con las que vamos a participar en la Ruta Fotográfica Mallorca. Esto será en la próxima colectiva, que está previsto presentar en las instalaciones de “Proyecto Hombre”, en Palma.

Por cierto, menos las salpas, las fotos de este artículo son de la autoría de Marta Bonet, secretaria de la Fundación.